Lo que Resistes Persiste, lo que Aceptas te Transforma

Me observo con atención, acepto mis sensaciones, mis emociones.

Ahí están dejalás estar, no las juzgues, desahógalas.

Me siento desprotegida, vapuleada, ninguneada, maltratada. Ya pasó aunque quedan pinceladas, reminiscencias del pasado que aún hoy perturban mi vida.

Me hago pequeña en medio del caos. Estoy sola ante la incertidumbre, sola ante la educación de mis hijos. Quiero ser la mejor madre, compensar aquella oscuridad... suelta lastre me digo, tu no tienes culpa de nada. Estoy cansada.

Todos tenemos alguna cruz, son las cartas que nos han tocado, y la única manera de jugarlas es siendo YO en la máxima expresión de la seguridad en mí mismo.

No tengo nada y tengo todo. Me tengo a mí. Aquí estoy, dónde la vida me lleve, haciéndome cargo de lo que tengo que aprender, sin huir, sin resistirme porque si no apruebo la lección, queda anclada y vuelve a repetirse.

Lo que resistes Persiste

Lo que Niegas te Somete

Lo que Aceptas te transforma